Y terminé de verla y me quedé perpleja, sin poder articular palabra durante unos minutos que fueron eternos. Por mi cabeza pasaron millones de ideas. Y debido al síndrome que me caracteriza, la olvidaré en unos meses pero nunca olvidaré el secreto que cada fotograma esconde en esta joya del cine argentino de producción uruguaya, y no podía ser de otro modo. Y sin ánimo de desvelar ninguno de estos secretos os invito a que disfrutéis, si aun no lo habéis hecho, de esta película y luego hablamos. Que da para muchas palabras y trata, en un guion perfectamente estructurado, de tanto que se me escapan las ideas en las paginas de este rinconcito. Una subtrama que bien podría asemejarse a esa joyita del Gabo y una historia tan humana y cruda como lo es la propia vida y la no menos insignificante muerte.
Ahí va un plano secuencia de no menos que cinco minutos:
Ahí va un plano secuencia de no menos que cinco minutos:
2 comentarios:
A mi me encantó.
Ahora que intentan imponernos un torrente de efectos especiales como aval de la calidad cinematográfica, viene Campanella y nos devuelve a lo esencial: Contar una buena historia
Besos
y es que es difícil contar buenas historias y que se note, ¿escasean?
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