martes, 26 de abril de 2011

POR VOS

Un día más, el capricho de la dama muerte se nos ha llevado una gran sonrisa y una gran mente; en definitiva, una gran persona y actriz: María Isbert. Que ya escasean, oiga, vale.

Y comiendo, de soslayo, en uno de esos lugares bizarros que tanto te gustan, de menú del día y mantel a cuadros, la he oído citar a Benavente y me ha sobrecogido pensar en la Felicidad y en los Ideales. Sí, en esos que perseguimos y proyectamos, a veces, olvidándonos de la realidad. Y con Pink Floyd de fondo y sus mil preguntas, me acuerdo de ti y repito el estribillo y se me hacen realidad los idelaes de que hoy estés aquí. Y de algún modo estás en cada palabra que escribo, en cada sueño, en cada ideal, en cada realidad. Y es que se va uno por la puerta grande, como los toreros buenos, con estilo, al escuchar cómo es posible llegar a los 94, a los 66, a los que sean, con el espíritu joven y la mente limpia de malos viajes no por no vividos sino por transformados y bien transmitidos.

Va por tí y por los que viven la felicidad sabiendo, como dice Jacinto, que alcanzarla no consiste en realizar los ideales, sino en idealizar la realidad.

Realmente, va por vos.


jueves, 14 de abril de 2011

LA LLEVAS

Abrir la ventana y que te salude el domingo, nostálgico del viernes. Recorrer el barrio en el que jugabas al escondite y esconderte de los que años más tarde te persiguen, sin contar hasta cien. Tú la llevas. La llevas cuando huele a tormenta de verano y te recuerda a tu pueblo en agosto, cuando plantas un pensamiento y lo dejas crecer a la luna, cuando escuchas a ese niño contar sus primeros chistes absurdos, cuando naufragas en aquellas fotos de tu viaje a Italia con diecisiete, cuando desempolvas el primer disfraz de cumpleaños, cuando te saltas ese semáforo porque la ciudad duerme, cuando escuchas a Elvis con el techo descubierto, cuando te dejas mojar por el pasado y el presente cuenta más que nada, cuando llevas horas esperando a que suene y suena, cuando recibes esa postal de aquella ciudad decadente, cuando miras la solución del crucigrama haciendo el pino, cuando vuelves a abrir ese libro y lees las anotaciones que él hizo, cuando pruebas lo que nadie aprueba y te gusta, cuando tú la llevas y ganas porque sólo tienes que pillarte a ti, cuando te saltas esa norma por anormal, cuando pasas de ir en el último momento, cuando decides dónde ir sin decirle a nadie donde está, cuando subastas esa metira y todos se la quedan, cuando te quitas el reloj y apagas el móvil, cuando el tiempo se detiene y el sol se va en esa playa portuguesa, cuando nunca te cansas de abrazos y te abrazan, cuando te despiertas y puedes seguir durmiendo, cuando recuerdas que hace años que se fue y lo habías olvidado, cuando el cuento cambia el principio por el final y el malo se vuelve bueno, cuando entras en esa papelería y todo te huele a palabras por escribir.

Y la llevas si olvidas abrir las cartas del banco, si te olvidas de la nómina, si dejas pasar ese avión porque se repite cada hora, si dejas para ese último momento ese primer beso, si saboreas lo que pocos aprecian por pequeño, por impredecible, porque sí.

Y vamos a llevarnos bien y a llevarla.

Tulallevas.