jueves, 18 de octubre de 2012

PALABRAS POR RECUERDOS

Hoy, sin venir a cuento, una palabra me asalta y me remueve, se me escurre y me saca de mi anonadado y absurdo pensamiento de las 21:30, momento en el que el telediario empieza a aburrir y dejamos a la imaginación que haga de las suyas. Las palabras a veces son así, vienen de repente y traen recuerdos, personas, olores. Te la cambio. ¿Qué? La palabra, te la cambio. Por un recuerdo, vale, menos no te doy. Te la cambio por un recuerdo y si no recuerdo mal voy a cambiar de palabra. No me cuentes cuentos que ni las palabras se cambian ni los recuerdos se venden...

Pues eso, sin mediar palabra el recuerdo se me aparece y me trae la imagen de aquella habitación, hoy perdida, amplia, con su gran chimenea y su suelo oscuro y su techo alto. Y retumba en las paredes la palabra y en mi cabeza suena casi como un susurro. Su voz. Su palabra. Así, sin frase, sin preámbulos, sin nada más, la palabra es barruntar. Y me huele a sierra y a tomillo y a sopa de tomate.

 barruntar.

(Quizá del lat. promptāre, descubrir).


1. tr. Prever, conjeturar o presentir por alguna señal o indicio.