martes, 9 de febrero de 2010

14 de febrero


Resulta que el 14 de febrero de 2010 (además de esa festividad tan vuestra), se celebra el año nuevo tibetano. Y es que en el calendario lunar tibetano, este día señala el comienzo del Año 2137 del Tigre de Hierro, un tiempo para el cambio, esperanza y renovación. 

Dice Doris que, la semana anterior a esta fecha, aprovechemos para desprendernos de todo lo que ya no sirva, para entrar en el nuevo año con los menos apegos posibles. Y yo me he desprendido de lo que no me valía, de las falsedades que contaminaban mi vida  y comienzo con cambios, con millones de esperanzas renovadas y con muchos proyectos.

Para no haberme comido las uvas a tiempo este año, no está mal, ¿verdad?

Feliz 2137!!!

3 20

A unos les dio por salir de casa en el momento más inoportuno y a otros, por el oportunismo más delirante que haya existido. Y voy y me cruzo con uno de los primeros. ¡Hay que joderse!, con lo agustito que estaba yo en aquella canción que auguraba tanto. Y las imágines, desde cabina, eran pequeñas y el tiempo parecía inmenso. Si me dejas te cuento algo sobre la luna y luego, aunque no lo sepas, me invitas a cenar en Suiza. Y es que algo de bruja tengo. Y tú, tanto de mágico y sencillo. Y en un momento nos presentamos ante toda la tripulación y en Londres hace frío y nieva. Pues vaya, yo que me dejé la bufanda en casa. Bueno, no te preocupes que si no quieres no salimos del hotel. Y así fue, ¿ves?, lo he vuelto a adivinar. Y es que, para lo que hay que ver en esa estúpida ciudad. Y aterrizo en Madrid y me espera un cochecito azul para llevarme hasta la otra punta y allí estás tú otra vez, saliendo de casa cuando no debías, en el oportunismo básico de toda coincidencia. Pues vaya, que digo yo que continúo en aquella canción y el domingo vamos al cine. ¿No?