Resulta que el 14 de febrero de 2010 (además de esa festividad tan vuestra), se celebra el año nuevo tibetano. Y es que en el calendario lunar tibetano, este día señala el comienzo del Año 2137 del Tigre de Hierro, un tiempo para el cambio, esperanza y renovación.
Dice Doris que, la semana anterior a esta fecha, aprovechemos para desprendernos de todo lo que ya no sirva, para entrar en el nuevo año con los menos apegos posibles. Y yo me he desprendido de lo que no me valía, de las falsedades que contaminaban mi vida y comienzo con cambios, con millones de esperanzas renovadas y con muchos proyectos.
Para no haberme comido las uvas a tiempo este año, no está mal, ¿verdad?
Feliz 2137!!!