jueves, 21 de julio de 2011

2. ESTAR EN SILENCIO

Estar en silencio, todo en silencio. Y parece así que no se está o que se está más adentro. Si es opcional, el silencio, es bueno y sano y cura. Pero es difícil y cuanto más silencio más se agudiza el oído y parece que necesitamos escuchar. Difícil para los que solo se oyen a sí mismos, digo se oyen porque si lograran escucharse valorarían el silencio, a veces. Y estar en silencio es casi como no estar más que con uno mismo y alcanzas estar con otro cuando ese silencio se comparte, cara a cara. Y es bonito compartirlo. Lo rompe un suspiro, lo quiebra un carraspeo, pero si es acordado (en silencio), vale.

Y con tanto ruido, día a día, merece la pena aprovechar el verano para callarnos, solos o acompañados. Y descubrir que hay otros que hablan bajito y no se les oye y esos, los menos, tienen tanto que decir.



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