viernes, 8 de octubre de 2010

EL EBOOK Y LOS NUEVOS LECTORES

El libro digital ya está aquí, así es. ¿Supone esto el fin de los libros impresos? ¿Consecuencias? Mi teoría:

Un niño comienza a interesarse por la comida y a aprender a ser un buen consumidor de esta, investigando con los diferentes colores y formas de las frutas, de las verduras, de la carne..., y cómo no, por el olor y el sabor de cada una. Un niño comienza a sentirse atraído por la lectura, desde los primeros meses de vida, gracias al tacto de los libros, al olor de sus páginas, a los diferentes y llamativos colores y formas de sus ilustraciones. Luego descubre las letras y con ellas un nuevo medio de comunicación. Y los libros pasan a ser baúles llenos de historias que les hacen reir, les hacen viajar y los personajes de esas historias comienzan a ser nuevos amigos y referentes. Así se crea el hábito de la lectura que viene de la mano, indiscutiblemente, del amor por los libros.

¿Y cómo se enamora uno de un libro?:

Que papá te acompañe a la libreria o a la biblioteca o a una feria de libros en primavera y te deje tomar una de tus primeras elecciones en la vida: seleccionar qué libro te llevas a casa; se convierte en una actividad inolvidable. O que mamá abra ese cuento que ya te sabes de memoria, a los pies de tu cama, y lo lea para ti hasta que te quedas dormido, se convierte una vez más, en algo más que apego hacia los libros. Y que tu tío, ese tan molón, te regale uno de los libros que él leía de pequeño y te escriba algo en una de las páginas..., eso te hace enamorarte de las palabras.

Luego te haces mayor y en tu juventud comienzas a apilar libros que ocupan un espacio en tu librería y en tus experiencias. Y los intercambias con tus hermanos, con algún amigo y sientes ese primer vacío y esa impotencia de dejar un libro y de que no vuelva. Y relés y marcas las página doblando una esquina y escribes en lápiz notas a pie de párrafo. Y te enfrentas al reto de leer ese libro tan gordo y tan difícil. Y lo consigues y ya todos te parcen pequeños.

Y todos esos recuerdos, entre muchos otros, son los que un lector siempre cita, con añoranza, cuando se le plantea la posibilidad de que el libro digital dé pie a la pérdida del libro impreso y editado, con sus tapas y su ilustración de portada y su olor a celulosa. Y esos detalles son los que hace que esos lectores sean Lectores, con mayúsculas. En eBook o en papel.

Dicen, los que saben de estas cosas, que el eBook está pensado, precisamente, para estas nuevas generaciones de futuros lectores. No sé. Está claro que ellos nacen sabiendo programar un video y no tendrán problema en utilizarlo: no se les cansará la vista, no les parecerá raro leer en una pantalla o pasar las hojas deslizando un dedo. Claro que no. Ellos, en ese aspecto, lo tiene chupado. Pero leer cuesta, cuesta mucho cuando no estás motivado para ello, cuesta mucho cuando aun no te has enamorado de los libros y de las historias.

Eso sí, estás Navidades tal vez le pida un eBook a los Reyes Magos y me baje las obras completas de algún autor ruso. Pero mis libros seguirán cogiendo polvo en la estantería de casa.

1 comentario:

Jorge dijo...

Los libros de papel persistirán. Pero el E-book es utilísimo para por ejemplo llevarte lectura para unas vacaciones, para el metro, el bus..., dado su tamaño y la gran capacidad que tienen.
En el fondo, lo importante es la lectura, aunque también se pierda algo de la liturgia de ir a la librería o a la biblioteca, hojear/ojear los ejemplares y llevártelos.