lunes, 15 de marzo de 2010

ESTRELLADA

No sé si es normal, no sé si es anormal (esta palabra siempre me recuerda a esa película), pero normalmente se me cruzan los pesamientos con unos y con otros, raramente, o no. Algunos dicen que eso es fruto de la dispersión de almas que, divididas por un extraño fenómeno, vagan por el cosmos y en un momento determinado de su existencia errante se funden en alguna estrella (lo cierto es que me lo acabo de inventar pero, suena bien, ¿verdad?). Pues anormalmente pienso lo mismo que tú y tú lo mismito que yo, y claro, como nos falta la estrella (esa nunca la hemos tenido), pues miramos hacia el mismo lugar que, normalmente es nuestra derecha y caminamos en el mismo lado (manías), y se curzan las galaxias en nuestros ojos y nos perdemos de vista por un momento. Pero en ese agujero negro, intemporal, absorvente, volvemos a coincidir en pensamientos dispersos que se vuelven a cruzar en sentimientos adversos. Vaya, yo que nunca creí en eso del destino y ahora me da por lo paranormal. Pero es muy fuerte, no sé si te das cuenta, y sí te das; te das la vuelta y sin mirar, mira lo que pasa. Vaya, yo que nunca supe de estrellas y ahora me oriento gracias a las tuyas, o no.

No hay comentarios: