martes, 6 de abril de 2010

MIRA, MIRA, MIRA

Y no es por eso..., sonaba en el chevy mientras recorríamos esa larga carretera con resaca de sonidos de mar, amaneceres de lunas y soles llenos de energía contagiada. Y la intensidad, esa con la que un baño en esas aguas, un margarita sobre esa arena, un susurro en ese interminable sonido de olas y de vientos...; esa intensidad la llevo en mi Madrid, agotada en mi día a día, en mi noche a noche, en mis soledades elegidas y en mis ganas de compartir contigo los miedos hacia el hombre de blanco y las plabras de Bolaño en las calles de esa inmensa ciudad que atrapa y que libera, como detectives salvajes. Y muy guapos y muy inteligentes, las palabras inventandas asalvajan, que no asilvestran, a las que escribimos ahora en estos reales-imaginados recuerdos que entre pesos y entre besos se pierden y se descubren. En mis manos está y, ahora que me acuerdo, conozco a uno que..., ah,  ya lo dijo ella:

Yo quisiera poder hacer
lo que me dé la gana
detrás de la cortina de "la locura"

Por ti y por Frida:


E.P


2 comentarios:

Jota dijo...

Imposible que cualquier comentario haga justicia a tanta belleza: "¡Vengan a nosotros todos los hombres de blanco dispersos por el mundo mundial!

Elena Prieto Urbano dijo...

los de blanco y los de rojo y los de verde (aunque no los distingas)