Depende solamente de nosotros mismos. ¡Es nuesto priviliegio! ¡El de nuestra voluntad! Si en las balanzas de nuestras vidas la razón no sirviera de contrapeso a las pasiones, la bajez del natural instinto nos haría cometer los mayoes despropósitos... Para eso está la cabeza, para controlar los impulsos, para frenar la urgencia de la carne, la lujuria salvaje, eso que tú llamas amor y que de él no es sino esqueje o accidente." Shakespeare. Othello
"Porque llegado el día en que un deseo concuerde enteramente con la razón, entonces, porsupuesto, razonremos y no desearemos, porque es a todas luces imposible desear lo que no es sensato, lo que va encontra de la razón y redunda en nuestro propio perjuicio... Y cuando toda razón y todo deseo puedan, en efecto, ser calculados (porque algún dia se descubrirán las leyes de nuestro así llamado libre albedrío), se podrá elaborar una especie de tabla matemática, de modo que nuestros deseos se ajusten en todo punto a ella..." Dostoyevski. Apuntes del subsuelo
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